Celta 0 - 3 Recre. Uno a Uno
Falcón (1): cometió un error imperdonable. Se autoexpulsó con un codazo a Juan Villar y dejó al equipo más tocado de lo que ya estaba. Además se pierde la cita fundamental contra el Betis.
Bustos (3): perdido. Herrera se equivocó al colocar de lateral, provocando que cuajara su peor partido de la temporada. Superado, desbordado y nulo en ataque.
Ortega (5): de los pocos que pelearon hasta el final. Bien al corte, aunque algo más inseguro por la falta de un lateral cualificado.
Catalá (4): al igual que su compañero de zaga, hizo lo que pudo. Destacó en el juego aéreo, pero tuvo bastantes problemas con Pablo Sánchez.
R. Lago (4): puso el mejor centro de todo el partido y se incorporó alguna vez más con peligro. Su nivel bajó en las facetas defensivas donde se vio superado en varias acciones.
Oubiña (4): perdió demasiados balones, algunas que provocaron contras peligrosas. Sigue algo blandito en defensa y casi siempre sale derrotado en los choques.
L. Garai (5): otro de los que se vació con mejor o peor suerte. Hay que agraderle ese sacrificio tanto en los buenos como en los malos momentos.
Álex López (5): el único que ofreció algo distinto y dejó alguna acción de calidad. Ofreció un buen trabajo tanto en el medio como de lateral.
Trashorras (4): no estaba siendo su día, aunque fue el único que se atrevió a disparar en toda la primera mitad. Cuando se marchó, el equipo se quedo sin cerebro. No se entiende porque siempre es el sacrificado.
De Lucas (2): su rendimiento es paralelo a la racha del equipo. Lleva tres partido muy lejos de su nivel: ni desborda, ni crea y acumula muchas pérdidas. Preocupante su baja forma.
David (3): al igual que De Lucas está pasando por un mal momento. No ve puerta, ni tiene ocasiones, en resumen, le falta la chispa y la velocidad de principio de temporada.
Yoel (5): poco pudo hacer en los tres tantos del Recre. Sacó dos buenas manos.
Dani Abalo (4): apenas apareció y en lo poco que intervino se perdió en regates imposibles.
Papadopoulos (5): peleó todo lo que pudo, pero cuando salió el partido ya estaba sentenciado.